El pasado viernes 11.03.2016 trabajamos el sueño infantil. El sueño es una función esencial para que nuestro organismo pueda sobrevivir. Un tercio de nuestra existencia lo pasamos durmiendo.
El organismo humano está dotado de forma natural de ritmos que regulan su propia actividad y de señales de alerta (fatiga), que indican cuándo es conveniente descansar. Los sistemas corporales necesitan reposar para poder ejercer eficientemente sus funciones; de la misma manera que no es saludable comer permanentemente sin dejar un reposo intestinal, los sistemas sensorial, nervioso y motor necesitan compaginar actividades diferentes que permitan relajarse.
La falta de descanso y sueño pueden desencadenar trastornos de memoria, de aprendizaje y atención en los niños, así como otros trastornos más graves. Por ello, instaurar la regulación del equilibrio entre actividad y sueño es, entre otras, una de las tareas propias de la Educación Infantil. La cantidad de tiempo dedicada al descanso sirve para reponer la energía consumida durante el tiempo dedicado a la actividad. Entre ambas cantidades de tiempo ha de existir un equilibrio razonable .
El establecimiento de unos ritmos diarios de actividad y descanso en los que queden atendidas todas y cada una de las necesidades básicas, es la base para conseguir un clima de seguridad, confianza y estabilidad para los más pequeños. Por ello, es importante educar a los niños en la adquisición de hábitos de descanso y de sueño que les permitan en el futuro llevar una vida saludable.
A continuación, dimos paso a las siguientes cuestiones:
- ¿ Qué aspectos tendrías en cuenta a la hora de la siesta para que los niños y niñas pudiesen descansar con tranquilidad y relajo?
- Temperatura del aula
- Aislada del ruido
- Tamaño del aula
- Luz
- Edad variada de los niños
- Tiempo de sueño
- Comodidad
- Mobiliario. Deben dormir en colchonetas o bien, en un somier de láminas.
- Baño cerca
- Qué el grado de humedad no rebase el recomendable
- Pintura: colores claros y relajantes.
- Cumplir las condiciones de seguridad: enchufes, suelo antideslizante, ausencia de estufas, salida directa al exterior...etc.
- Tranquilidad y serenidad
- Utilizar objetos de apoyo ( peluches, mantitas...)
- Calzarse/ Descalzarse
- Música relajante
- Personal adecuado
- ¿ Qué harías con quienes no quieren dormir siesta?
- Diseñar un taller de relajación para realizar en clase
REFLEXIÓN
Durante el sueño infantil los niños asimilan y organizan lo visto y aprendido, maduran física y psíquicamente, e inician y ejercitan su independencia del mundo exterior y de sus padres, por un tiempo que es variable, según su edad y conducta.
Dormir también es un alimento para el cuerpo del niño. El niño que no duerme bien acabará teniendo problemas en su conducta o comportamiento. Por eso es tan importante, desde la más temprana edad, establecer horarios así como tiempo de sueño para los niños.
Hoy en día parece que el dormir sea una pérdida de tiempo. Incluso los bebes duermen cada vez menos, parece que a toda hora tenemos que estar estimulándolos para que alcancen la madurez deseada en el menor tiempo posible. Estamos en la era de la productividad, si no vemos resultados rápidos e inmediatos parece que hay algo que no marcha bien...y esta misma idea la aplicamos, muy equivocadamente, a los niños.
Siempre hay que recomendar a los papás que no sobreestimulen a los bebes de etapa neonatal y que duerma todo el tiempo posible, y como en todo, hay que ayudarles, hay que enseñarles a hacerlo, y por supuesto, darles la oportunidad para ello.
Sin duda alguna, los avances de los medios de comunicación social han repercutido en la infancia. No se trata de culpar a la TV de los problemas de sueño de los niños, porque la TV no tiene autonomía, no puede ponerse en marcha y desconectarse si alguien no lo hace. Es un problema educativo.
El tiempo de convivencia familiar ha disminuido y el esquema con el que estamos educando a los hijos propicia el estrés, la inquietud, la hiperactividad y los trastornos de atención. No debe extrañarnos que la cifra de niños que avanza hacia el desequilibrio o se duerme en el aula esté aumentando a un ritmo vertiginoso. Muchos trastornos de atención no son una patología del estado de vigilia, sino que empiezan siendo un trastorno del sueño.
En conclusión, en nuestras manos está cambiar este hábito, para una buena salud de nuestros pequeños.
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